EDITORIAL
El mes de septiembre sigue su curso. Mes de nuevos comienzos y de vuelta a la rutina. Algunos aún tienen la suerte de poder vivir las fiestas de sus pueblos en este mes, lo que supone la continuación de las vacaciones y los últimos coletazos del verano. Pero en estos dos años tan complicados que nos ha tocado vivir, me surgen muchas dudas sobre el festejo popular, sobre nuestros tradicionales encierros.
Mientras escribo estas líneas, España ha superado con creces el 70 % de vacunación que se exigía para llegar a la inmunidad de rebaño. Nos encontramos en el 74 % y subiendo. La quinta ola de la pandemia va remitiendo poco a poco y, esto, conlleva a que muchas actividades se estén recuperando con el paso de los días, todas las actividades, menos nuestros encierros.
Han regresado los conciertos, actividades al aire libre, partidos de fútbol, las “no ferias” en las ciudades, actividades para niños como colchonetas y cosas similares, donde todos pasan por el mismo sitio, y un sinfín de actividades más. Todos esos sectores necesitan trabajar, y me alegro, creo que todos nos alegramos de que estén trabajando. Se han creado protocolos para actuar con este virus, la nueva normalidad lo llaman algunos. Y mis dudas surgen aquí. ¿Por qué no se ha creado un protocolo para la realización de encierros por las calles? O mejor aún, muchas personas, asociaciones, comisiones de fiestas, propios ayuntamientos, etc, han creado esos protocolos, ¿Por qué no han sido aprobados por la Junta? ¿Por qué la región de Murcia desautorizó una vereda con reses bravas al aire libre en Calasparra y sí aprobó el motocross, también al aire libre, en Cehegín? ¿Por qué se están suspendiendo los encierros de Albacete si acabamos de ver la feria de la ciudad abarrotada de personas? ¿Por qué Castilla-La Mancha, una de las provincias líder en festejos taurinos, ha creado un reglamento casi imposible de llevar a cabo para la celebración de estos festejos? ¿Por qué Génave ha sido el único pueblo de Jaén en realizar encierros teniendo ellos un reglamento más liviano que la región vecina?
¿Qué hay detrás de todo esto en realidad? O mejor ¿Quién está detrás de todo esto? ¿Es la pandemia una escusa para acabar con nuestra tradición?
La covid-19 llegó para quedarse con nosotros, para siempre. Nuestro objetivo ahora es adaptarnos a ella. ¿Qué pasará el año que viene? Llegarán nuevas variantes, necesitaremos nueva dosis de vacuna,… ¿Será eso otra nueva excusa para no realizar encierros?
Lo único que estamos seguros es que las ganaderías, las que nos realizan nuestros festejos, no aguantarán un año más sin ingresos. Estamos viendo que, quien quiere luchar por sus tradiciones, lo está haciendo. Y sobre todo, los encierros son seguros. Gracias a los ayuntamientos de Génave, Uceda, Socovos, Illana, Auñón, Almonacid de Zorita, Yebra, Loranca de Tajuña, Humanes, Cogolludo, Chiloeches, Albares, Fontanar, Jadraque, Malacuera y todos aquellos que me dejo, pero que este año habéis hecho lo imposible por tener vuestros encierros por el campo y por las calles en vuestros pueblos. Por luchar por lo que sabéis que es importante y lo que da economía a vuestros pueblos.